Ascenso al Kilimanjaro
Como Convertí mi Entrenamiento en una Aventura!
Por muchos años he sido un adepto a los ejercicios, he probado un sin número de disciplinas: ciclismo, natación, running, pesca submarina, en fin, he llegado a sentirme aburrido por la monotonía que con el tiempo puede suceder. En enero de 2014 decidí tomar un nuevo rumbo y poner todos los años de amor al deporte y la condición física a prueba, una que necesitara además de condiciones, voluntad de acero y adaptación a cualquier ambiente; hablo del Senderismo.
Desde niño he tenido una profunda inclinación y encanto por el continente africano, la oportunidad de conocer múltiples ciudades, su gente y cultura, me motivo a apuntar mis esfuerzos y tratar de conquistar la cima del punto más alto de áfrica, el Monte Kilimanjaro en Tanzania. Vaya tarea, nunca había experimentado el senderismo, quizá por tener la errada idea que era cosa de niños, pan comido, pero, a medida que fui adentrándome en el conocimiento de la nueva disciplina que tenía en manos, me daba cuenta lo equivocado que estaba. El senderismo es una disciplina que mayormente pondrá tu condición cardiovascular a prueba, además de tu fuerza y estamina ya que tendrás que caminar por largos periodos y en ocasiones a bajas temperaturas. Aclaro, hay senderismo básico de corta distancia, medio, que finaliza en uno o dos días y el senderismo avanzado que se desarrolla a grandes distancias por varios días.
Pasado 9 horas de vuelo desde Ámsterdam llegue al aeropuerto de Kilimanjaro (JRO) siendo las 7:50pm; fui recibido por Erick, alpinista y senderista de Seattle que llevaría nuestra expedición con un equipo de profesionales nativos de Tanzania; por ley, todo senderismo en el parque nacional Kilimanjaro debe contar con personal y guías locales, los cuales están muy entrenados y cuentan con años de experiencia. Al llegar al pueblo de Arusha a una hora del aeropuerto, me esperaba una cálida habitación en el hotel que lleva su nombre, después de una reunión informativa acerca del equipo y lo que nos esperaba en los próximos días, me desplome rendido de cansancio por el largo viaje.
El primer día fue de adaptación y de conocer los alrededores de Arusha, su mercado y su gente; “Jambo!” que significa Hola! te dicen todos al ver que eres foráneo, los tanzanos son personas muy agradables y entusiastas en asistir al de piel pálida. Finalmente nos dirigimos 170 km al este, hacia la entrada principal de Machame una de las seis rutas para llegar al pico Uhuru a 5,895 msnm. La puerta principal de Machame, parece más bien un mercado persa, atiborrada de locales que te ofrecen sus servicios como guías y pueblerinos vendiendo todo tipo de souvenirs. En cuestión de minutos, abordamos nuestra caminata, el hábitat y entorno es de una densa selva tropical húmeda con todas las especies de flora y fauna que conlleva, una persistente llovizna nos acompañó a lo largo del camino fangoso que en su mayoría cuenta con escalinatas de trocha hechas por los miles de aventureros que antes que yo, pasaron por allí. Después de cuatro largas horas de caminata ascendente, tomamos nuestro primer descanso, pero, gracias a la ayuda de los “Porters” en su mayoría nativos de la etnia bantú, cargando a sus espaldas todo el equipo necesario para la expedición de 7 días; pudimos seguir adelante las últimas 3 horas de caminata.
Son las 6:20pm, llegamos al primer punto de nuestro viaje a 3,400 msnm, nos preparamos para nuestra cena, mayormente compuesta por carbohidratos, los “Porters” han llegado antes que nosotros y han acomodado la tienda principal (comedor) y todas las pequeñas carpas con aislamiento térmico que servirán de habitación y nos protegerán de los rigores de las bajas temperaturas en los días por venir. Siendo las 9.00pm y con un cielo nublado nos preparamos para un merecido descanso.
En nuestro segundo día de ascenso llegaremos a los 4,200 msnm y será la experiencia más ardua y demandante de toda la expedición debido a la adaptación a la altura. En la edición del próximo mes les contaré con detalle que ocurrió y que maravillas experimentamos en nuestra aventura al llegar a Shira Camp.